El Lunes comprè dos libros de Marcela Serrano. 'Antigua, Vida Mìa' y 'El Albergue de las Mujeres Tristes'. Ambos ya los habìa leìdo hace algùn tiempo, cuando una amiga muy querida me los prestò.....
Algo tienen las escritoras latinoamericanas que me hacen enamorarme sùbitamente de sus obras, siempre que voy a la librerìa española ubicada en 'Piazza Navona' mis pasos me guìan inmediatamente hacia esa pequeña secciòn dedicada a ellas......las otras, las escritoras.
Cuando era pequeña, en uno de sus mùltiples viajes a Cuba y tratando de iniciarme en el mundo de las letras, mi padre me trajo un libro de poesìas, me averguenza admitir que no recuerdo el nombre de su autora, pero si recuerdo lo que esas letras impresas en un papel de mala calidad dejaron en mi alma...........hambre de lectura.
Quizà fue eso lo que me hace inclinarme hacia autoras de mi propio gènero. Tengo debilidad por escritores de la America latina; pero ellas, son siempre mi prioridad.
Ahora mi padre no sufre cuando tiene que regalarme algo, ni cuando me hace la misma pregunta que me ha hecho desde que tengo uso de razòn: -Què quieres que te traiga de mi viaje?.......sabe lo que le contestarè, pero creo que lo sigue preguntando porque es un ritual en el que ambos somos còmplices. He recibido màs libros del hombre que me amarà por toda la vida que de ningùn otro. No cabe duda que estamos hechos de la misma pasta.
Me cuesta imaginar mi vida sin libros de mujeres, es còmo vivir en el celibato, tal vez posible, pero no para una tauro como yo.
Una vez invitè a un amigo a tomar un cafè, dentro la Casa Teràn (en Aguascalientes, Mex.) y hablando de libros y mùsica me pregunta que quien era mi escritor perferido. Cuando le dì mi lista en donde predominaban las vaginas (còmo èl lo difiniò) vì su gesto de: -Què?! puras viejas!-.
En ese momento le dì gracias a Dios de haber nacido mujer, de sentir como mujer, de besar como mujer, de oler como mujer. De tener una vagina.
No se me malinterprete, no hay nada que me provoque màs risa que el llamado ''movimiento feminista'', yo soy de otra generaciòn. Bendito Dios.
Yo soy todas ellas, soy Floreana, soy Violeta, soy Catalina la de ''Arràncame la Vida'', soy la Mariana de Elena Poniatowska ..............soy Aurora de Isabel Allende.
Todas ellas mujeres, todas ellas pasionales, todas ellas con miedos y temores, con valentìa y decisiòn, con amor y desamor, con risas y con llantos. Todas ellas influyeron en mi crecimiento, y seguiràn conmigo en este trayecto llamado vida.
Fueron ellas las que me acompañaron cuando te fuiste, cuando me dejaste en la màs absoluta desolaciòn y la màs espantosa de las soledades. Fueron las que me dieron la mano y me sacaron de ese pozo sin fin y me dijeron que nadie muere de amor. Aleluya!
Fueron ellas las que me enseñaron que no hay mejor desahogo del espìritu que la escritura y que no hay mejor acompañamiento que un buen libro, ni el mejor amante compensa esos momentos de intimidad como lo hace un libro o una pluma.
A ellas, las escritoras, le dedico este pequeño espacio enmedio de los olores de los comentarios y los sabores de las charlas tiradas al vacìo. Aqui, en mi cocina.
Se lo dedico tambièn a Anahì, mi amiga, mi confidente, mi hermana.
Y a todas las mujeres de mi vida.
Esto lo escribì yo, BLo.
Y sonaba mientras escribìa:
Desnuda - Arjona
Mujeres - Arjona